Roberto Fernández Joral, maestro de Educación Física, nos propone en este artículo una dinámica con la que los niños se acostumbrarán a estudiar a diario, evitando que dejen todo para los últimos días antes del examen.
Creo firmemente que las nuevas tecnologías nos abren un abanico inmenso de posibilidades educativas que no debemos dejar escapar. Son muchos los avances y aplicaciones que podemos encontrar en la red pero, en ocasiones, los docentes pensamos que, con sólo utilizar estas herramientas, ya estamos innovando y esto es un grave error.
La metodología tradicional esconde fundamentos muy eficientes para el alumno, sólo tenemos que conocerlos y relacionarlos con sus intereses. En este sentido, quiero presentarles ‘La caja mágica’, una dinámica con la cual los niños estudiarán a diario. La idea surge de un docente de mi infancia y de los hermanos Casado-Berrocal del Grupo Actitudes. Para realizarla, sólo es necesario una caja que puede hacerse con materiales reciclados o recortes de goma eva, bolígrafos y papel.
Desarrollo de la dinámica
A lo largo de la unidad, los alumnos escriben preguntas sobre lo que están aprendiendo y las introducen en ‘La caja mágica’. Una vez terminada la lección, una mano inocente, elegida por el profesor, sacará una pregunta, la leerá en alto y, de forma individual, los estudiantes la responderán en un folio.La pregunta será corregida, primero por ellos mismos, autoevaluándose, y después, se pasará a corregir la respuesta del compañero.
Ventajas
– Motivación: La intriga de la papeleta les genera un disfrute inherente a la propia actividad.– Trabajo diario: Para contestar bien la pregunta tienen que realizar una lectura de lo aprendido.
– Feedback: El docente puede constatar los diferentes ritmos de aprendizaje.
– Gratuita: Sólo se necesita cartulina o cartón, bolígrafos y papel.
– Cambio de rol: El alumno es quien hace las preguntas y no se lo pondrá fácil al resto de sus compañeros.
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